Violación y asesinato

Violación y asesinato de la niña de siete años en Bogotá

No podemos justificar a una persona que comete semejante atrocidad con una niña de siete años e inclusive con cualquier otro ser humano. Aunque si podemos analizar estos alarmantes hechos a la luz de las drogas que están invadiendo silenciosamente los hogares de ricos y pobres en todas partes del mundo.

Para los gobiernos, debido a la escases monetaria por varios factores, incluido el abuso de las economías por partes de los gobernantes y sus familiares; le es muy fácil aflojar la lucha contra las drogas y legalizarlas de una forma solapada para ahorrarse milis de millones de millones de pesos en salud.

Esto ha causado una liberalidad para acceder a cualquier cantidad de drogas de diferentes tipos, que unidas a los problemas emocionales de las personas como es el caso de este hombre de profesión arquitecto y de familia solvente.

Imagino que su hermana quiso ayudar a encubrir el crimen no tanto por salvarlo a él, sino por guardar su buen nombre y el de su familia, ante una sociedad permisiva y acusatoria. 

Estas personas no tienen un crecimiento normal en cuanto a valores, sentimientos y viven siendo consentidos, sin saber muchas veces como funciona el mundo, la sociedad y demás, porque son egocéntricos, no piensan en nada más que en su propia satisfacción, personas infantiles y egoístas que se creen el centro de todo en importancia, ya que sus padres la mayoría de las veces los descuidan por andar en sus cosas personales y eventos sociales. Únicamente se encargan de pagar los caprichos, niñeras y les dan todo lo quieren, consintiendolos en demasía con cosas materiales, para suplir el afecto y cuidados que deben darles su progenitores.. 

Este hombre sabemos que cometió este acto atroz de forma deliberada y bajo la influencia de las drogas. Una persona en su sano juicio, con sus emociones bien puestas no hace estas cosas a otras personas y mucho menos a un niño indefenso, de la clase social que sea. 

No es únicamente este crimen el que sucede en las calles de Colombia, sino muchos otros delitos menos graves, más graves e igual de graves a este, gracias a los efectos que tiene la droga sobre la mente de las personas, que las insta a consumir cada vez más y a hacer locuras en medio de estos delirios.

Esta circunstancia no exime al que comete un delito, en este caso a Rafael Uribe Noguera debe ser sometido a juicio y que pague por su delito. La responsabilidad de su persona le corresponde a él mismo y a su familia, debido a que esta discapacitado emocionalmente para tomar decisiones.

Una persona bajo los efectos de la droga se dispone a muchas cosas, especialmente todos conocemos esos atracadores que fácilmente jalan el gatillo por una mala respuesta o porque la persona no se quiere dejar atracar por ellos o por cualquier otra bobada, debido a que ellos tienen el poder de un arma en la mano y no valoran a nadie, solo piensan en conseguir el dinero que le provee para su adicción.

Estas modas se están imponiendo muy rápidamente, gracias a la ineficacia del estado en su lucha contra las drogas y de un mal menor se ha venido a enfrentar males mayores que seguirán aumentando día a día, gracias al consumo de drogas.

Todos tenemos un conocimiento básico de ellas y un temor arraigado a que nuestros hijos y familiares se vuelvan en algún momento adictos.

Los consumidores de drogas al comienzo se conforman con poquito, pero a medida que aumenta el consumo se hace necesario más y más drogas, hasta que se pierde la voluntad, viviendo solo para ellas y conseguir el dinero necesario para la provisión.

Los padres debemos estar alertas a los cambios de comportamiento en los hijos y saber que se vuelven manipuladores. El adicto es tacaño, no suele dar de su dinero a nadie y lo guarda celosamente para así poder obtener el vicio.

También aparte de los cambios físicos, como el descuido en el vestir, volviéndose desaliñados y perdiendo peso; se vuelven huraños, no quieren estar reunidos con la familia y siempre tienen una excusa en la puerta de sus labios para todo.

Es necesario hacer la guerra a todas esas leyes permisivas que los gobiernos están aprobando y saber que ellos no mandan en nosotros y nuestras vidas. Tenemos derecho a luchar y exigir leyes de protección y lucha contra el narcotráfico, las drogas y mucho más.